lunes, 12 de agosto de 2013

martes, 11 de agosto de 2009

Para la saudade nada mejor que esto

Samba em Preludio como si fuese un juego que está por comenzar y que se sabe no se jugará. Así como viendo las nubes un día en la playa y notar que el cielo es una gran bóveda. Tal vez como la esperanza ida por una puerta que se hace para sí misma para creer en lo imposible. Porque eso de esperar y esperanza tiene una significado que me apresa, una nostalgía que no es mía, una fe que no mueve nada casi un mito que se hace yo para soltarlo todo. Samba em preludio casi con una garota de Ipanema brincándome en frente con sus piernas de garza y sus senos como barquillas, casi como una sonrisa que trae detrás de dientes la lágrima cargada de más sonrisa. Samba para bailar estando Sozinho anhelante, alegre del todavía, em preludio como una plegaría que espera al milagro.

Samba em preludioLetra de: Baden Powell y Vinícius de Moraes.

Eu sem você não tenho porque
porque sem você não sei nem chorar
Sou chama sem luz
jardim sem luar
luar sem amor
amorsem se dar
E eu sem vocêsou só desamor
um barco sem mar
um campo sem flor
Tristeza que vai
tristeza que vem
Sem você meu amoreu não souninguém

Ah que saudade
que vontade de ver renascer
nossa vida
Volta querido
os meus braços precisam dos teus
Teus abraços precisam dos meus
Estou tão sozinho
tenho os olhos cansados de olhar
para o além
Vem ver a vida
Sem você meu amor eu não souninguém


domingo, 18 de enero de 2009

Declaración de principios



Nunca debí haber visto Il Postino por Televen un domingo cualquiera a mis doce años. Entonces tal vez mi vida fuese distinta, pero tampoco tuve que haber crecido con una biblioteca tan grande en mi casa donde a mis diez mi papá me dejaba como a una suerte de azar del destino libros sobre burocracia mejicana ilustrados, como tiras cómicas, que me divertían más que condorito. Y mi mamá yendo al colegio de monjas a la semana siguiente porque yo le dije a la profesora que era una burócrata. Cómo era posible que yo hablara así, sobre todo después que mi papá perdido las elecciones para la alcaldía, entonces ya no les importaba a las monjas y me tenían a mí hermano y a mí como los becados de caridad. Y se hacían llamar madres misioneras. Y me enseñaron que todos éramos iguales, pero a los niños con apellidos raros nunca los regañaban, me dijeron que debíamos compartir todo pero cuando no llevaba desayuno nadie me daba nada.

Un día vi a papá meter toda su ropa en una maleta, luego más nunca volvió a dormir en la casa, luego no hubo más papá, sólo papá Dios, papá tío, papá amigo con un porro de marihuana diciéndome libérate y luego papá cura diciéndome todos podemos arrepentirnos. De papá recuerdo que cuando mamá venía tras de mí a reprenderme por alguna tremendura me metía entre sus piernas y no me pegaban nunca. De papá recuerdo ayudarlo a hacer abdominales sentándome en sus pies todas las mañanas y bañarme con él luego y al salir de la ducha caminar juntos diciendo “ese hombre sí camina va de frente y da la cara Carlos Andrés”. De papá recuerdo haberle llegado a su apartamento de hombre de cuarenta divorciado a mis quince con el uniforme del liceo y una maleta diciéndole no me digas que me vas a echar a la calle como mamá.

Esa imagen nunca podrá abandonar mi memoria Neruda se acerca a Matilde y coloca un disco de Gardel y comienza a sonar vieja pared del arrabal, tu sombra fue mi compañera como media hora después salía el cartero recitando versos de Neruda. Luego de esas dos horas frente al televisor mi vida no fue igual. Pensaba que yo podía escribir versos como Neruda, creí que Gardel era un Dios que yo no conocía. Mi vida no tenía vuelta atrás. Pude creer luego, que ese yo, encontró su camino ese día.